Me encuentro, a menudo, con muchos padres y madres preocupados porque su hijo adolescente no habla o “no cuenta nada” en casa. Esto provoca un enorme malestar, ya que es normal querer saber cómo está un hijo, qué es lo que hace fuera de casa y si tiene algún problema, cumplir la función como padres y ayudarle. Por eso, esta falta de información genera en muchas ocasiones, angustia y frustración por no saber qué hacer en estas situaciones.

Hoy te cuento los motivos por los que tu hijo adolescente no habla contigo, qué le está pasando y qué puedes hacer al respecto

¿Qué le pasa a mi hijo adolescente?

Muchas veces, es tal la angustia de estos padres, que sienten ganas de castigar a su hijo por su “mal comportamiento” o con la intención de que reaccione y por fin les cuente algo. Otras veces, simplemente se resignan y no saben qué hacer. Saben que castigarle no resolverá el problema e incluso va a generar más resentimiento en el adolescente, pero les preocupa que pueda estar pasándole algo más a su hijo y no lo esté contando. Aquí suelen ser protagonistas las preguntas del tipo “¿qué estará haciendo por ahí?” “¿le habrá pasado algo grave y le da vergüenza contarlo?”, “¿qué compañías tendrá, serán negativas?”, etc.).

Es conveniente aclarar que, en esta etapa de la vida, esto es algo totalmente normal en los adolescentes, ya que están comenzando a descubrir cómo funciona el mundo, formando su personalidad y su propia identidad, y necesitan mucho espacio para ellos mismos y el grupo de iguales, lo que a veces se manifiesta en situaciones de confrontación con los padres. Lo normal en un adolescente no es que cumpla todas las normas a rajatabla y esté de acuerdo con sus obligaciones, sino todo lo contrario. Esto no significa que a tu hijo no le importes, no te quiera o no te tome de referencia para muchas cuestiones importantes.

Motivos por los que tu hijo adolescente no habla contigo

En la medida de lo posible, es importante descartar cualquier situación de riesgo que pueda estar viviendo el menor, especialmente si su silencio en casa es repentino. Situaciones de ansiedad, miedo, angustia, acoso escolar u otros problemas más graves que puedan estar afectando a la salud mental, autoestima e incluso como consecuencia, rendimiento académico.

Sin embargo, normalmente existen otros motivos por los que tu hijo adolescente no te habla o cada vez te cuenta menos cosas. Estos son algunos de ellos:

  • Miedo a ser juzgado, a una “bronca” o a obtener un “no” como respuesta. En definitiva, miedo a no ser escuchado como a él le gustaría. Como esto se ha repetido en muchas ocasiones, tu hijo opta por no decir nada.
  • Siempre le preguntas lo mismo. Las preguntas que seguramente más escuche tu hijo en casa sean del tipo «¿qué tal en clase?» «¿qué tal vas con matemáticas?», etc. La mayoría de veces la respuesta a esta pregunta es un “bien” de forma automática.
  • Puede pensar que sus padres o familiares no van a saber entenderle o ayudarle, por lo tanto prefiere no decir nada, para no preocupar en vano a sus padres y además, sentirse culpable por ello.
  • Quizás piensa que no eres divertido y que sólo le hablas para recordarle que tiene la habitación desordenada, que no hace más que estar con el móvil, que las últimas notas que sacó eran muy bajas y que se ponga a estudiar.

¿Qué puedo hacer para que mi hijo hable conmigo?

Al fin y al cabo, los adolescentes no dejan de ser menores de edad en una etapa importante de desarrollo, y al igual que necesitan experimentar y aprender solos, también necesitan contar con el apoyo de los adultos en otras ocasiones.

Es importante que tu hijo sepa que estarás ahí si hay problemas y que cuenta con tu apoyo incondicional. La protección, al contrario que la sobreprotección (proteger en exceso), es estar ahí cuando él lo necesite y ofrecer una educación y recursos que permitan al menor ser cada vez más autónomo.

Claves

Aquí te dejo algunas claves para conseguir que tu hijo adolescente se acerque más a ti y hable contigo.

  • Dirígete a él con mensajes claros y breves.
  • Tienen que existir límites claros y adecuados en la familia, todos los miembros tienen que saber lo que se espera de ellos.
  • Intenta no preguntarle directamente «¿cómo te sientes?», o “¿quieres hablar?” ya que lo más probable es que lo rechace.
  • Aprovecha los momentos en los que compartís tiempo juntos.
  • Tú también puedes contarle algo que le pueda interesar.
  • Mantente abierto/a al diálogo.
  • No interrumpas su discurso si comienza a contar algo.
  • No restes importancia a lo que siente.

A veces, a los adolescentes les resulta más fácil hablar de algunos temas en concreto con alguien externo al círculo familiar o incluso de amistades, por eso, en estos casos puede ser de gran ayuda un profesional de la psicología que os ofrezca, tanto a ti como a tu hijo, el apoyo que necesitáis y unas pautas a seguir en vuestra situación concreta.

Si necesitas atención profesional especializada para ti o tu hijo/a, no dudes en ponerte en contacto conmigo. Estaré encantada de ayudaros

Es importante que tu hijo sepa que estarás ahí si hay problemas y que cuenta con tu apoyo incondicional. La protección, al contrario que la sobreprotección (proteger en exceso), es estar ahí cuando él lo necesite y ofrecer una educación y recursos que permitan al menor ser cada vez más autónomo.

Gracias por haber llegado hasta aquí.