Acabas de volver de las vacaciones y no puedes dejar de pensar en la pesada vuelta al trabajo, tu desmotivante rutina diaria. Se repite la típica frase que solemos escuchar en estos casos: «vuelvo a la realidad». Estás viviendo el llamado síndrome postvacacional.

Te cuento qué es, por qué te sientes así y qué puedes hacer para evitarlo.

Síndrome postvacacional ¿Qué puedo hacer

Síndrome postvacacional: qué es

Es muy habitual que, sobre todo al terminar las vacaciones de verano, las personas sientan una gran desmotivación y desánimo por volver a la rutina y obligaciones diarias. Los síntomas más comunes son: estado de ánimo muy bajo, falta de energía, desgana, apatía, estrés, ansiedad, sentimientos de desesperanza, pesimismo, resignación. También suelen invadir la mente los “no voy a poder”. A esto llamamos el síndrome o estrés postvacacional.

Síndrome postvacacional: por qué te sientes tan mal

  • Motivaciones y propósito

Lo cierto es que, en muchas ocasiones, el síndrome postvacacional está relacionado con una falta de motivaciones, de vocación o de propósito en la vida.

Nuestras motivaciones son el anhelo de nuestra alma, son las que nos guiarán en el camino hacia nuestras metas y propósito en la vida. Aunque el primero de los propósitos en todas las personas del mundo es el de ser felices, es algo que a veces pasa desapercibido para nosotros.

  • Expectativas

El síndrome postvacacional también está relacionado con las expectativas que nos formamos en nuestra mente. Las expectativas son peligrosas, ya que son las que determinarán cómo nos sentimos. Con ellas formamos una realidad imaginaria ideal que muchas veces no llega a ocurrir. Es entonces cuando nos desilusionamos, entristecemos o decepcionamos.

El problema con las expectativas es que, como ya descubrieron los grandes físicos y metafísicos de la historia, cuando le atribuimos excesiva importancia a algo, se crea un potencial excesivo (por ejemplo, demasiadas ganas de que alguien te llame por teléfono). Es entonces cuando las fuerzas equiponderantes, mediante la Ley del Ritmo, eliminan este potencial excesivo para regresar a la normalidad. (En siguientes publicaciones te hablaré de temas como este y de la importancia de vivir el presente en tu vida).

Trabajo y síndrome postvacacional

El trabajo supone una parte muy importante de nuestra vida. Las personas, en general, dedicamos muchísimo tiempo a ello, y poco tiempo a todo lo demás.

Las vacaciones son un momento de desconexión, para disfrutar y cargarnos de energía positiva. Pero, ¿qué pasaría si te dijera que es posible disfrutar de la vida incluso trabajando? En la vida, como todo el mundo sabe, siempre hay días que nos van a gustar más o gustar menos, pero no todos esos “peores” días tienen por qué ocurrir trabajando, ni tampoco los mejores estando de vacaciones. Vivir de un trabajo no es lo mismo que estar en un trabajo para sobrevivir.

¿Trabajar para sobrevivir?

Escucho muy a menudo a personas que resumen su rutina diaria en: “llegar al trabajo, ver si el jefe tiene buen día o por el contrario está insoportable, otro tanto con los compañeros, que, además si pueden no hacen su trabajo y lo tengo que hacer yo. Es horrible, las horas se pasan excesivamente lentas…y al final, trabajo todo el día por un sueldo que sólo me llega para sobrevivir. Son todo gastos: hipoteca, cientos de facturas, alimentos, ropa, el coche, algún capricho… porque si no, ¿para qué trabajo? ¿para qué quiero el dinero? ¿para qué vivo?»

«Sólo pienso en irme de vacaciones y olvidarme de esto. Me gustaría hacer otra cosa, pero ¿cómo? Es imposible a mi edad, o sin experiencia, o sin dinero, o sin tiempo, o con unos hijos que mantener, etc.”

¿Te suena esto? Hay muchísimas personas que hacen algo distinto a lo que quieren hacer y así viven uno y otro día.

Entonces, ¿qué puedo hacer para evitar el síndrome postvacacional?

  • El paso más importante es ser consciente de tus pensamientos, identificar las emociones que con ellos se crean y aprender a gestionar y cambiar esto. ¿Puede haber algún problema más de fondo en este momento que no estás percibiendo con claridad?
  • Reflexiona si, en tu caso, quizás lo que necesitas es reajustar el calendario, organizar tu tiempo, establecer límites, dialogar, buscar otras opciones…en definitiva, analizar los problemas que están haciendo que tu ida al trabajo cada día sea como subir una gran cuesta interminable todos los días.
  • Por otra parte, no es recomendable abandonar la rutina de hábitos saludables, ni siquiera en vacaciones. Siempre hay caprichos pequeños, normales y, además necesarios en estas ocasiones, pero no deben tomarse como hábito, ya que influirá en tu cuerpo, tu salud, y como consecuencia en tu mente.
  • Cambia tu forma de pensar, establece unos objetivos a nivel personal y encuentra un propósito que te llene de entusiasmo.

Todo esto que os cuento también se aplica y es de gran importancia en niños y adolescentes, ya que ellos dedican muchísimo tiempo de su vida al colegio y extraescolares. Al fin y al cabo, ese es su trabajo diario.

Si quieres darle un cambio a tu vida y no sabes cómo, estoy a tu disposición. En el siguiente enlace encontrarás más información sobre las diferentes cuestiones que atiendo en mi consulta: https://leiremsurga.com/terapia-psicologica/. Trabajaremos juntos en ese propósito que llevas dentro, para obtener la gran meta que todos necesitamos: ser más felices.

¡Muchas gracias y hasta la próxima!

Es importante que tu hijo sepa que estarás ahí si hay problemas y que cuenta con tu apoyo incondicional. La protección, al contrario que la sobreprotección (proteger en exceso), es estar ahí cuando él lo necesite y ofrecer una educación y recursos que permitan al menor ser cada vez más autónomo.

Gracias por haber llegado hasta aquí.

¡Hasta la próxima!