La terapia familiar con adolescentes
El primer paso en una intervención familiar de este tipo es comprender el sistema familiar como el cimiento sobre el cual se construye la salud mental y emocional del adolescente. La familia es un sistema interconectado, y las situaciones individuales por las que pasa un adolescente en su desarrollo evolutivo a menudo son más complejas de lo que pueden parecer.
Es recomendable que las sesiones terapéuticas incluyan a la familia en su totalidad, permitiendo una comprensión más completa de los patrones de comunicación, roles, creencias y comportamientos que pueden influir en la salud mental del adolescente, y también de los demás familiares. En algunos momentos se podrán hacer sesiones individuales con cada miembro de la familia. Esto es muy importante, ya que suele ocurrir que hay ciertos temas importantes pero delicados, que no se quieren comentar (o confesar) delante de alguno de los miembros de la familia. (Por ejemplo, sí delante de la madre pero no del padre, o sí delante del hermano pero no de los padres, etc). El psicólogo puede ayudar a tratar estos temas según corresponda, siempre respetando la confidencialidad de cada uno de ellos y promoviendo un clima de confianza.
En otras ocasiones, el psicólogo, basándose en su criterio profesional, considerará que hay asuntos que pueden quedar entre él y ese miembro de la familia en cuestión (particularmente en el caso de los adolescentes). Estos asuntos pueden no ser especialmente relevantes para la terapia, pero contribuyen a crear o fortalecer un vínculo entre el terapeuta y el adolescente, lo que facilitará el trabajo del profesional y ayudará al menor a sentirse mejor.
Mejorando la comunicación en la familia
La terapia familiar sistémica se centra especialmente en identificar patrones de comunicación disfuncionales. Proporciona un espacio seguro y de confianza para explorar cómo los miembros de la familia se comunican entre sí, ayudarles a ser conscientes de esto y encontrar las causas, así como los factores que les están alejando y los factores que les acercan (o les unen) más. Este trabajo puede ser clave para ayudar a la salud mental y emocional del adolescente y también a los demás miembros de la familia, ya que permite que cada uno exprese sus pensamientos y emociones, promoviendo la comprensión mutua y la empatía, y construyendo la base para relaciones más sólidas.
La terapia familiar como opción para los padres en conflicto con hijos adolescentes
La adolescencia es una etapa de cambios y desafíos tanto para los jóvenes como para sus padres. Muchos padres se encuentran también en situaciones en las que sufren, se sienten perdidos y sin saber cómo manejar las situaciones que surgen con sus hijos. Los conflictos frecuentes, la falta de comunicación y la conducta en ocasiones rebelde o desafiante de sus hijos adolescentes son algunos de los problemas que enfrentan. Esta situación genera en los padres una gran angustia, frustración, desesperación y tristeza.
Es en este contexto donde la terapia familiar sistémica puede ayudar. Este enfoque terapéutico se basa en la idea de que las dificultades de un individuo están íntimamente relacionadas con la dinámica del sistema familiar en su totalidad. En lugar de centrar la atención únicamente en el adolescente, la terapia familiar sistémica trabaja con todos los miembros de la familia, abordando los patrones de comunicación, los roles y las interacciones que contribuyen a los problemas existentes.
Los miembros de la familia pueden aprender a desarrollar estrategias más efectivas para manejar los conflictos. Los padres pueden descubrir nuevas formas de comunicarse con sus hijos adolescentes, estableciendo un ambiente de apoyo y comprensión mutua, aunque también límites claros, firmes y definidos con ellos. Este enfoque puede ayudar a fortalecer los lazos familiares a largo plazo, promoviendo un entorno saludable y colaborativo para todos sus miembros.
La terapia también proporciona un espacio para aprender y practicar juntos técnicas de manejo del estrés.
Integrando el aprendizaje de la terapia en la vida diaria
El impacto de la terapia familiar sistémica, como cualquier otro enfoque terapéutico, se magnifica cuando logramos integrar el aprendizaje adquirido en la vida diaria. Las sesiones terapéuticas deben traducirse en acciones y cambios significativos fuera de la consulta. Se trata de implementar nuevas dinámicas y hábitos familiares que respalden la salud mental y emocional a largo plazo, tanto del adolescente como de los demás miembros de la familia.